Restaurante libanés Fairuz
Platos árabes con los mejores ingredientes mediterráneos. Esa es la esencia de la gastronomía libanesa y la propuesta del restaurante Fairuz. Un local que apuesta por la cocina libanesa más tradicional. Por las recetas clásicas, pero con mucho estilo. Por los platos de la mesa pero con un toque personal. Una fórmula que ha convertido a este establecimiento en uno de los libaneses de moda de Madrid. En un sello de garantía.
Fairuz significa turquesa en árabe, el color de una piedra preciosa. Pero también es el nombre de una famosa cantante y actriz. Sea como fuere, su nombre hunde sus raíces en tierra libanesa. Es un gesto más de sus socios por honrar a su tierra. El otro viene por la boca, por su cocina auténtica. Sami, uno de los dos propietarios y conocedor del auge de los libaneses en Madrid lo tiene claro.
«Todo el mundo se pone la etiqueta de restaurante libanés, pero muy pocos son los originarios», afirma. Fairuz presume de gastronomía libanesa elaborada por un equipo completo de cocineros libaneses. Sin salirse del guión, preparan guisos tradicionales a base de verduras, carne a la parrilla y cremas.
Fairuz apuesta por los guisos tradicionales
Se da la circunstancia de que Fairuz se ubica donde antes estaba otro libanés. Uno de los primeros de Madrid que cerro cuando acabó la guerra civil en este país y su dueño se volvió a Beirut. Y fue en esta ciudad donde los propietarios de Fairuz abrieron su primer restaurante. Tras este vinieron Orlando (EEUU), Bucarest y en 2016 apostaron por abrir uno aquí.
Un local cuya decoración entre Turquía y Oriente Medio es acogedora, calida y amable. Invita a sentirse cómodo. Huye de las extravagancias y de los cliches de otros árabes de Madrid. Aquí predominan los detalles, como esas bellas lamparas traídas de El Líbano. También la azulejería del suelo y las cerámicas en algunos rincones. Sin olvidar su bella terraza acristalada. Todo de inspiración costera, de su mar Mediterráneo.
Hablemos de su comida. Fuimos dos personas. Un menú degustación que incluye una selección de seis mezzes, que son platos fríos a compartir. El clásico Hummus, la crema de berenjenas Moutabbal y otra a base de pimientos rojos y nueces llamada Mouhammara. Luego Labneh, un yogur cremoso y con un toque de aceite. Completado con las «croquetas árabes» falafel y la ensalada Fattouch, fresca y ligera. Todo fabuloso.
De segundo, Lahme Mechwiyew, que son unas brochetas de solomillo de cordero. Y Swawarma Djeij, unas tiras de pechuga de pollo marinado con crema de ajo. Todo ello acompañado del pan khebez, imprescindible sobre todo para las cremas. Repetimos varias veces. Los postres no decepcionaron tampoco.
Los sabores de Fairuz son mediterráneos
Nos recomendaron Othmaiyeh (abajo). Una tarta de fideos fritos, con frutos secos y una nata libanesa. Tan bueno como el Astaliyeh, una crema de leche y pudding con aromas de agua de rosas y naranjas. Deliciosos. Y para rematar el azúcar, el te a la menta nos lo sirvieron con las célebres baklawas. Por cierto, en este local se puede beber alcohol. Y recomiendo las bebidas locales. La cerveza Almaza, el vino libanés y para los más atrevidos el Arak, un aguardiente de origen fenicio.
Mayoritariamente son los españoles los que disfrutan de Fairuz, pero también árabes que vienen mucho de viajes. Es posible cerrar el local para evento privados e imprescindible reservar para comer los fines de semana. Siempre hay lleno. Reservé por El Tenedor con un descuento que al final dejó la cuenta en 23 euros por comensal. Muy económico para la calidad de los platos. No es de extrañar que Fairuz se haya ganado un merecido lugar entre la gastronomía libanesa de Madrid. No decepciona jamás.
Calle Orense 70
Barrio de Cuzco-Castillejos (Distrito Tetuán)
Metro: Valceacederas, Cuzco y Tetuán
Bus: 5, 66