Restaurante marroquí Alcuzcuz
No resulta fácil encontrar un restaurante de comida árabe en Madrid vanguardista en su espacio y tradicional en su cocina, de ahí que el restaurante Alcuzcuz de Alhuzema sea todo un descubrimiento gastronómico no tanto ya por la comida, sabrosa y auténtica, sino por la experiencia novedosa, fresca y ajena a los estereotipos que representa este pequeño local marroquí de profundas raíces mediterráneas y bereberes.
Entre los barrios de Malasaña y Chueca, se emplaza escondido en un remota calle Alcuzcuz. Acudí con un buen amigo con la intención de sorprenderle sin darme cuenta de que, tal vez, quien perseguía la sorpresa era yo, aunque llegara de forma inesperada. Era uno de los pocos restaurantes árabes que no había tenido el gusto de conocer. Desde ahora, será ya uno de los básicos de la gastronomía marroquí en la rica vida culinaria madrileña. Al fin y al cabo llevan desde 1989 deleitando a los madrileños, el segundo restaurante árabe más antiguo de Madrid tras Al Mounia.
Alcuzcuz rinde homenaje al pueblo bereber
Todo comienza en un local acogedor, amable y ligado al mar. No podía ser de otra forma, sus dueños proceden de Alhucemas, ciudad marroquí bañada por el mediterráneo y eso se deja ver en su decoración de azulejos blancos y azules. Entre ellos dos palabras: alhuzema y alcuzcuz, en recuerdo al pueblo bereber. La primera hace referencia al origen de sus propietarios y la segunda, según afirman ellos, al verdadero nombre en castellano del plato marroquí más conocido en todo el mundo, el cuscus.
Se explican. El prefijo «al» es claramente de inspiración árabe, como así queda reflejado en la propia lengua española. Y «cuzcuz» es un vocablo de origen bereber, puesto que el más moderno «cuscus» no es sino una adaptación de los franceses. «Alcuzcuz lo menciona Cervantes en sus novelas», afirman los hermanos Chafih, que presumen de tener un vino tinto marroquí de Meknés, casi imposible de encontrar en Madrid.
¿El mejor cuscus de Madrid?
Toda la decoración del restaurante alcuzcuz es un homenaje a la cultura bereber, de ahí que recuerde de un modo u otro al país vecino, pero no tan descaradamente como otros restaurantes marroquis de Madrid, diseñados a la medida del turista como si fueran un parque temático. Se nota, por cierto, la reciente renovación de sus instalaciones tras 25 años de historia.
Como también es de agradecer que los camareros no introduzcan el nombre o la elaboración de cada uno de los platos del menú degustación a trompicones y sin informar. En su lugar, fueron a a cautivar el paladar del comensal relatando cada ingrediente del plato como si fuera la primera vez que los recitaban. Da gusto el trato cercano, amable y cordial que se produce sin forzar.
Y de la comida que decir. El menú degustación de dos personas, por 42 euros en total, comienza con la típica Harira, sigue la deliciosa Pastela, realmente sabrosa, dos pinchos de Kefta (cordero) que fueron sobresalientes y el Alcuzcuz de cordero, un plato tan fácil de ejecutar como de descubrir un pequeño error. No los hubo, pues presumen de tener el mejor cuscus de Madrid. Candidato es. Cierra con dulces y tes morunos. Suficiente comida para dos personas, no sobra ni falta. Y siempre fiel a la más tradicional y auténtica cocina marroquí. El sabor y el aroma no se pueden fotografiar.
Calle Farmacia 8
Barrio de Justicia (Distrito Centro)
Metro: Chueca y Tribunal
Bus: 40 y 149
https://alcuzcuz.wordpress.com/