Tetería restaurante Al Aman II
En pleno centro de Madrid se encuentra una tetería y restaurante árabe de los más antiguos de la ciudad, convertido con el paso de los años en un clásico de la comida árabe en Madrid especialmente recomendable para los que aun no han degustado de un buen cuscus en un ambiente típicamente oriental, si bien los amantes de esta cocina quedaran más que satisfechos y probablemente, como a mí me sucedió, bastante llenos.
En Al Amán todo está pensado para que los clientes que crucen su puerta se evadan inmediatamente del exterior y experimenten un viaje a Oriente Medio, del que constará regresar. Parte de culpa la tienen los aromas de las especias, las esencias de los inciensos y los olores de los tabacos de frutas que nos dan la bienvenida a este local, que cuenta con tres espacios diferentes en función de si se viene a comer, a fumar una shisha o a tomar un té a la menta. «Aunque la mayoría de las personas combina las tres», comenta Laura, empleada de este restaurante de dueños marroquíes abierto en 1992 con tanto éxito como restaurante que como tetería.
Una tetería-restaurante típicamente magrebí
Este lugar dibuja la típica postal occidental de un restaurante-tetería magrebí con todos los estereotipos que ello conlleva. Mejor dicho. Su comida es rica y muy sabrosa pero comparte protagonismo con la decoración de alfombras, sillones y estucos marroquíes, la música árabe en directo y el espectáculo de danza del vientre. Muy turístico para unos, muy auténtico para otros.
En nuestro caso, cenamos en un saloncito árabe ubicado en la planta baja del local, perfecto para reuniones de grupo, informal y cómodo, desde donde se podía escuchar la pseudo-orquesta árabe que amenizaba la cena arriba ya sea con los ritmos de melodías orientales o versionando a Manolo Escobar con un órgano. En fin, aquí se viene a comer pero también a pasárselo bien, por eso nadie quedará indiferente ante la explosión de estímulos que recibirá en este local, muy adecuado para poner a prueba todos los sentidos, ya sea en su versión gastronómica o en plan tetería.
Hablemos de comida. Optamos por el menú degustación que ofrece Atrápalo por 17 euros/pax y que incluye ocho platos para compartir entre dos personas más bebida. La cena arranca con una harira, la sopa de verduras más famosa de Marruecos; continúa con Hummus (abajo), crema de garbanzos; y sigue con Muttabal (abajo), crema de berenjenas y pimiento rojo. Ojo con estos dos últimos platos porque estando tan buenos, y según el hambre que tenga cada uno, se puede tirar la cena por la borda al saciarnos en exceso y olvidar que todavía quedan cinco platos más!
Una tetería menos ortodoxa que sus homólogas de Lavapiés
Acto seguido aparece en la mesa el Tabulé, una ensalada libanesa; y la Safiha, empanada de carne, antes de dejar paso a los segundos: Cuscus de pollo con cebolla caramelizada -acompañado de su caldito-; la Pastela, un hojaldre dulce marroquí relleno de pollo; y para cerrar Kofta, pinchos de carnes especiados originarios de Egipto. Todo estaba muy bueno pero a medida que avanzaba la cena, iba costando más trabajo terminarse los platos, si bien nos ayudó mucho el receso de la bailarina de danza del vientre que ameniza las cenas todos los viernes y sábados.
Este menú para dos personas es más que suficiente, incluso, recomiendo venir con hambre y reservar con antelación puesto que los fines de semana se llena rápidamente. Otra opción es venir a probar los tes variados o fumar las shishas de sabores sentado cómodamente sobre unos cojines, mientras uno reflexiona sobre la extensa carta de cócteles ¡con alcohol’ de la tetería, menos ortodoxa que sus homólogas de Lavapiés. Sea cual sea el motivo para venir aquí, hay una cosa que está clara: es de los restaurantes árabes más divertidos de Madrid!
Calle Leganitos 27
Barrio de Palacio (Distrito Centro)
Metro: Plaza de España y Santo Domingo
Bus: 1, 2, 44, 46, 74, 75, 133, 147, 148, 202.