Festival de «Noches de Ramadan»
La cultura como herramienta para luchar contra la islamofobia. Y que mejor época que en Ramadan, el mes más sagrado de los musulmanes. Dos perspectivas que explican la celebración en Madrid de «Noches de Ramadan». Un festival que a través de la música, la poesía, el debate o el cine aborda múltiples aspectos de la comunidad musulmana para demostrar que la diversidad no es un problema, sino una fuente de riqueza.
Este festival echó a andar en 2006 a través de la Asociación de Fabricantes de Ideas en Lavapiés, un barrio con un importante población musulmana. Y lo hizo para evitar la criminalización que amenazaba a sus vecinos tras los atentados del 11 de marzo de 2004. Hacerlo en Ramadán no es casualidad. Porque este mes de ayuno y oración, es un mes festivo. De compartir y de convivir. En casas y mezquitas. Pero también en calles, teatros y centros culturales. Madrid es su gente. Madrid no podía permitirse el lujo de no celebrar su diversidad.
Noches de Ramadan combate la islamofobia
El nombre no es original. Noches de Ramadan se viene celebrando en ciudades europeas, africanas y asiáticas. Como en Agadir, donde en 2004 una delegación madrileña fue invitada a participar. El nombre sedució y convenció para adoptarlo en un futuro festival aquí. Dos años después, la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID) financió el primer evento en nuestra ciudad. Un año después se sumó Casa Árabe.
Entre 2013 y 2015 sufrió una interrupción por motivos políticos y económicos hasta que en 2016 se recuperó con el Ayuntamiento como organizador. Hoy, colaboran más de una docena de entidades y asociaciones, entre ellos esta web madridarabe.es y el Centro de Estudios del Madrid Islámico (CEMI).
Esta edición se celebra en 13 escenarios de ocho distritos entre el 4 y el 17 de junio. Una fecha que coincide con las dos últimas semanas de Ramadan. Dos semanas para disfrutar de hasta 26 actividades a la carta, un 90% gratuitas. Noches de Ramadán reúne un elenco de artistas de distintas disciplinas. Todo ellos con el denominador común de relacionarse con la cultura islámica pero desde miradas muy diversas.
El festival permite recorrer el universo cultural de países de mayoría musulmana desde su tradición más arraigada a su vanguardia más desconocida. Conocer de primera mano la danza, el cine o el teatro de los países vecinos es una importante herramienta para derribar los prejuicios que tanto atacan a esta comunidad. Y pese a celebrarse en Ramadan, el festival se quita la etiqueta religiosa y presume de su laicismo.
Una apuesta por la cultura musulmana
Y de momento la respuesta en 2018 es abrumadora. «Hay entre un 80 y 90 % de ocupación en las actividades», afirma Ruben Caravaca, director de Noches de Ramadan. Una respuesta tan importante como inesperada que ha logrado «situar en el mapa» de la escena cultural madrileña a este festival. Valga como ejemplo un espectáculo de música sufí, una disciplina que no es muy popular, que se llenó. O la presentación de la Guía del Madrid Islámico, escrita por el arabista madrileño Daniel Gil Benumeya.
Lo más importante es la lectura final. » Con esta actitud, la gente se empieza a alejar de determinados prejuicios», afirma Caravaca, que apunta a una islamofobia más institucional que real. No duda de que la cultura islámica es una gran desconocida para la mayoría de los madrileños , de ahí el gancho de Ramadan. «Aprovechar estas fechas para mostrar la diversidad cultural esclave», añade. De ahí que el festival esté más dirigido a los no musulmanes, pero no como algo excluyente. Al contrario. Cohesión y convivencia. Cultura.