Mezquita pakistaní de Lavapiés
La mezquita pakistaní es la única que abre todo el día en Lavapiés
Escondida en unos soportales de la calle Sombrerete se encuentra la mezquita pakistaní de Lavapiés, una de las seis que existen en el barrio más multicultural de Madrid, casi imperceptible para el viandante e incluso para los fieles musulmanes que acuden a rezar a este pequeño local reconvertido en mezquita.
Son las 13.45. Hace apenas unos minutos que ha terminado el segundo rezo del día y los musulmanes comienzan a abandonar este oratorio fundado por la comunidad pakistaní de Madrid en 2005, si bien eso no significa que los pakistaníes monopolicen esta mezquita a la que acuden muchos fieles de origen marroquí y argelino. Su nombre oficial es Centro Religioso de Pakistaníes de España.
En la puerta me recibe Mohammed, un joven argelino e imam de este pequeño templo islámico y que ejerce de anfitrión para enseñarme el Centro Religioso de Pakistaníes de España, nombre oficial de este lugar que costean los fieles de su bolsillo.
Antes de entrar me descalzo en la puerta y deposito mi zapatos junto a los del resto de fieles en el suelo. Sólo hay unas decenas de pares. Junto al lado se encuentra el lavatorio donde realizar las abluciones preceptivas antes de cada oración.
«Apenas vienen españoles a este lugar», me cuenta Mohammed al darse cuenta de que un joven marroquí que recita el Corán en voz baja se percata de mi presencia. Son pocas las personas que se quedan aquí tras el rezo y los que lo hacen se dedican a estudiar el libro sagrado, relajarse o estar en compañía de otros musulmanes porque al contrario de lo que sucede en la Mezquita Baitul Mukarram de Lavapiés, este templo islámico está abierto todo el día.
Así, el centro islámico se divide en dos estancias. Una primera sala que podría calificarse como más «informal» donde los musulmanes estudian, recitan o leen; y la segunda sala más grande que es la mezquita propiamente dicha. Ambas están comunicadas por una puerta que fue añadida posteriormente dado que los dos espacios pertenecían a locales diferentes.
La capacidad total de la mezquita pakistaní es de unas 100 personas. «Es de las más pequeñas de Lavapiés pero «más grande que el nido de los marroquíes», afirma Mohammed entre risas en alusión a la Mezquita Al-Huda, fundada por esta comunidad en 2010.
En línea con el resto de mezquitas de Lavapiés, aquí no hay espacio para decoraciones ni grandes fastos. Es una mezquita humilde, modesta y pequeña. «Más bien una sala de oración donde poder rezar y reunirnos» me explica el anfitrión del templo, que no dispone de mihrab ni de minbar a donde encaramarse el imán para dirigir la oración del viernes (jutba). En su lugar las alfombras apuntan hacia una esquina de la sala que marca la dirección de La Meca. Eso es lo más parecido a un mihrab o altar que encontraremos.
Cualquier persona interesada por el Islam o simplemente un curioso puede visitar esta modesta mezquita, también las mujeres son bienvenidas cubriéndose la cabeza. Mucho mejor si Mohammed puede ejercer de guía no por las cosas que tenga que enseñar sino por charlar de los países de religión musulmana, de los lazos de España con el Islam y de las primaveras árabes. Su conversación y su visión moderna y liberal del Islam bien merecen una visita a este lugar.
Calle Sombrerete 26, local 3
Barrio de Embajadores (Distrito Centro)
Metro: Lavapiés y Embajadores
Bus: 27-34-36-41-60-78-116-118-148-C