La Atalaya Islámica de Madrid
Rescatada y salvada de las obras de remodelación de la Plaza de Oriente en 1996 pero enterrada y olvidada en la primera planta del aparcamiento subterráneo de la plaza, en el centro de la ciudad. Así me encontré la atalaya islámica de Madrid, o más bien los restos de lo que un día fue una de las torres que vigilaban la fortaleza del Madrid árabe.
La Atalaya islámica está en un parking de Madrid
Custodiada por un expositor acristalado, los restos de la atalaya islámica de Madrid se exhiben en un lugar ajeno a los turistas, solo al alcance de los conductores que acuden al parking, pocos de los cuales se va a parar a contemplar los vestigios de una torre que se construyó en el siglo XI y que tras la conquista de Madrid por Alfonso VI de Castilla en 1083 fue incorporada a la muralla cristiana.
Y aunque habitualmente se ha vinculado la atalaya islámica de Madrid con la denominada torre de los Huesos, llamada así por su proximidad con el antiguo cementerio islámico de la Huesa del Raf, el equipo de arqueólogos de la obras de la Plaza de Oriente y la Plaza de la Armería, dirigido por Esther Andreu, afirma que dicha torre no se corresponde con la atalaya. En todo caso esta torre de los Huesos, debió encontrarse en el espacio que hoy ocupa la plaza, en concreto en una zona que vigilara el barranco de Santo Domingo, que fue muy abrupto.
La atalaya islámica estaba aislada de la muralla árabe
Su planta es cuadrangular (3,65 x 3,40 metros) y combina mampostería elaborada en sílex y piedra caliza con sillares en las esquinas para reforzar su estructura. Esta atalaya formaba parte del sistema defensivo de Madrid, aunque fuera del recinto amurallado. Su misión era la vigilancia del arroyo del Arenal, donde hoy se levanta el palacio real.
Pese a que sus características responden a las habituales de la arquitectura militar andalusí, autores como el historiador Jose Manuel Castellanos dudan de su origen árabe y afirman que se trata en realidad de una torre cristiana, cuya construcción oscila en un marco temporal que va de finales del XI a principios del XII, justo cuando se levantaba la muralla cristiana de Madrid.
Quien acuda a contemplarla probablemente se decepcionará ya que apenas son unos restos arqueológicos, pero es justamente ahí donde reside su valor, puesto que los vestigios del Madrid árabe son casi inexistentes y cualquier piedra constituye una reliquia del pasado islámico de la ciudad.
Aparcamiento subterráneo de la Plaza de Oriente, 1ª planta (junto a Caja)
Barrio de Palacio (Distrito Centro)
Metro: Ópera
Bus: 25, 39 y 500